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miércoles, 28 de enero de 2015

Brownies: más que un bizcocho de chocolate

Los brownies, a parte de ricos bizcochos de chocolate, son una especie de seres feéricos. Vienen del folclore escocés e inglés, sobre todo son populares en Escocia y en norte de Inglaterra.



Un brownie es, en esencia, un duende, que ayudan a la gente en sus tareas del hogar a cambio de un tazón de leche tradicionalmente, pero también acepta cualquier otra comida, siempre y cuando no se les dé directamente y sea de lo mejor que tenga el dueño de la casa. Suelen abandonar la casa si sienten que estos regalos son un pago o si el dueño abusa de ellos.

¿Nunca habías oído hablar de ellos? Pues presta atención, porque están por todas partes.

En la famosa película Willow, un grupo de brownies roba a la bebé. Aunque en el doblaje de la película se mantuvo la palabra "brownies", se habla de ellos como una especie de clan de duendes, no como un nombre genérico. Si alguien les dio leche para que acabaran la tarea de robar a la niña, tampoco se explica.

Dobby, el elfo doméstico de Harry Potter es esencialmente un brownie, pero la autora decidió llamarlo elfo doméstico (house-elf en inglés). ¿Quizás para ahorrarse el tazón de leche? No, simplemente porque son una especie de elfos, entendiendo elfos con el significad de seres feéricos que tiene en inglés, claro. En español, creo, hubiera sido más acertado hablar de duende doméstico.

En el libro Los pequeños hombres libres de Terry Pratchet aparecen unos seres feéricos diminutos que por azares de la vida acaban ayudando a Tiffany, una niña aspirante a bruja. Entre varios juegos de palabras entre seres feéricos, duendes y hadas (de los cuales os hablaré en alguna entrada genérica sobre seres feéricos celtas) la niña cuenta que cuando descubre que le han hecho las tareas de la casa les deja leche, pero ellos la rechazan y se enfadan. El diálogo con el sapo es algo así:

- ¿Le diste leche a los pictis?
- Sí, claro, son duendes.

Pero no, no son duendes ni brownies, son pictis, aunque a ellos les gusta que les llamen pequeños hombres libres.

En American Gods, de Neil Gaiman, los brownies son unos de los seres que emigran con las leyendas al nuevo continente y hay todavía quien les deja leche en la ventana todas las noches.

¡Incluso en Dungeons and Dragons aparecían brownies!

Tienen incluso equivalentes en otros folclores. El tomte escandinavo, el domovoi eslavo y el alemán heinzelmännechen (los duendes de los zapatos). ¿Y en español? ¿Tienen equivalente?


Veréis, la cultura ibérica, hasta el siglo XVIII, estaba plagada de duendes. Esos duendes han acabado en el paro, pero a mí son historias que me fascinan. Había duendes para todas las cosas raras que pasaban en la casa, desde el duende que robaba comida hasta el que apagaba el fuego por la noche haciéndose pis. Es por ello que, aunque son brownies, a mí me gusta llamarlos duendes.

Y ahora voy a dejar un tazón de leche por la cocina, a ver si alguno se anima y me acaba todo lo que tengo pendiente.

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