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jueves, 27 de septiembre de 2018

Vamos a hablar de mi libro: «Juega Sucio»

Los traductores pasamos tanto tiempo inmersos en nuestros libros, tejiendo y desenredando palabras, haciendo encaje de bolillos entre términos y remendando, que les acabamos cogiendo mucho cariño. A todos. Pero de todos los textos con los que trabajé en 2017 (aunque se publique un año después), Juega Sucio para mí representa cierta madurez como traductora.



Dice Shane Hensley en la introducción del libro que «el estilo de escritura de John es uno de los más adictivos con los que hayas podido toparte» y solo espero haber conseguido que el resultado de la traducción sea tan adictivo como el original. Traducir a John Wick, la verdad, también fue muy adictivo.

Pero a las palabras de Shane Hensley hay que añadir que el estilo de John está también plagado de juegos de palabras, expresiones coloquiales, giros lingüísticos y referencias a la cultura pop, a libros, series, películas, canciones, juegos de rol... Y realmente eso fue lo más difícil: tener el chip activado para detectar las referencias, buscar la peli/serie/juego/loquesea para comprobar cómo se tradujo al español, y en el caso de las referencia culturales, tener que darle la vuelta para que tenga sentido en nuestro idioma sin perder la esencia.

Juega Sucio está lleno de anécdotas sobre las partidas de John y sus amigos y de trucos para directores de juego y jugadores. Traducirlo fue como mirar tras la cortina del Mago de Oz. Ahora sé lo que hay detrás de la magia de juegos como 7º Mar.


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